1. ¿Qué es la terapia estratégica?
2. ¿Es un proceso largo?
3. ¿Para qué problemas se recomienda el enfoque estratégico?
4. ¿Qué es la intervención indirecta?
1. ¿Qué es la terapia estratégica?
La terapia estratégica es un intervención dirigida a encontrar los recursos que soluciones los problemas. Es un enfoque que no se centra en buscar el “por qué” de los problemas, sino que se dirige a analizar cómo está manteniéndose la situación problemática para poder intervenir y resolverla.
2. ¿Es un proceso largo?
La intervención estratégica por definición es breve, es decir, por término medio, se ven resultados y mejorías durante las 10 primeras sesiones, dependiendo de los casos, muchas veces se consigue la resolución en menos de 10 sesiones y en otros se requiere alguna más. De hecho, si en las 10 primeras no se observan mejorías evidentes para la persona, se interrumpe la intervención y se deriva a la persona hacia otros recursos.
3. ¿Para qué problemas se recomienda el enfoque estratégico?
El enfoque estratégico no es exclusivamente un modelo clínico, sino que es un modelo lógico de intervención, por lo que resulta muy eficaz y eficiente tanto en problemas psicológicos (ansiedad, miedo, ataques de pánico, depresión, trastornos de la conducta alimentaria, etc.) como en problemas relaciones, ya sea en el ámbito de la pareja, la familia, laborales, etc.
4. ¿Qué es la intervención indirecta?
Se trata de una intervención realizada a través de las personas del entorno en casos en los que no interesa o no podemos contar con las personas que presentan o están implicadas en el problema que se quiere resolver. Por ejemplo, se utiliza mucho la intervención indirecta en los problemas de comportamiento de los hijos, en la que se proporcionan pautas concretas a los padres y demás adultos implicados (abuelos, profesores, etc.) con el fin de modificar las relaciones establecidas que permitan un cambio funcional que resuelva la situación. Asimismo, se utiliza en los casos que por las características del problema, no contamos con la colaboración de la persona, como ludopatías, anorexia, etc.